De los videojuegos al turismo cultural
- Ginés Montero
- 8 abr
- 2 Min. de lectura
Hoy me he emocionado al leer que Shenmue ha sido galardonado con el BAFTA 2025 al juego más influyente de la historia enlace. Para muchos, este premio es un reconocimiento a una obra maestra adelantada a su tiempo. Para mí, es mucho más personal: es un reconocimiento al juego que me cambió la vida.
Empecé en el mundo de la animación y los videojuegos, con toda la ilusión de contar historias interactivas. Pero fue Shenmue el que me hizo abrir los ojos a otra posibilidad: usar la narrativa, la ambientación y los detalles para dinamizar el patrimonio cultural y turístico de un lugar.

Shenmue no era solo un juego. Era una inmersión cultural. Reproducía la ciudad japonesa de Yokosuka con un nivel de detalle que aún hoy sorprende. Pasear por sus calles, hablar con sus vecinos, entrar en tiendas reales… era como hacer turismo virtual antes de que eso existiera como concepto.
Ese juego sembró en mí una idea:¿Y si pudiéramos hacer algo parecido en nuestra ciudad? ¿Y si un videojuego o una experiencia digital pudiera despertar el interés por la cultura local, por los pequeños detalles del día a día, por el alma de un barrio?
Ahí empezó mi transición del sector creativo al mundo del turismo cultural y la dinamización local. Porque entendí que las herramientas del videojuego —inmersión, narrativa, exploración, emoción— podían aplicarse perfectamente a proyectos culturales reales.

En 2014, con Modelsheep Studio, fui finalista en Gamelab y tuve la suerte de conocer a Yu Suzuki en persona. Años más tarde, en 2024, cumplí otro sueño: visitar Yokosuka, y pasear por las calles reales que tantas veces recorrí en el juego. Fue como conectar los puntos entre la ficción y la realidad.

Hoy sigo soñando con crear algún día una experiencia como Shenmue, pero ambientada en Málaga. Una experiencia en la que los visitantes puedan sumergirse en sus calles, su historia, sus tradiciones, sus gentes… y vivir la ciudad como un verdadero viaje emocional.
Gracias, Shenmue, por ser mucho más que un videojuego. Por abrirme la puerta a otro tipo de turismo, más emocional, más cultural, más humano.
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