🎒 Colegios y museos: Cómo convertir una visita escolar en una experiencia inolvidable
- Ginés Montero
- 4 abr
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 abr

Aún recuerdo mi primera visita escolar a un museo. Recorrer pasillos en silencio, sin poder tocar nada, escuchando datos que no lograba conectar con mi mundo. ¿Te suena?
Para muchos niños y niñas, una visita al museo debería ser algo mágico… pero a menudo se convierte en un trámite que olvidan al día siguiente. Y sin embargo, los museos tienen todo el potencial para dejar huella, inspirar preguntas, y hacer que la historia, la ciencia o el arte se sientan vivos.
La pregunta es: ¿cómo diseñar visitas escolares que los niños y niñas recuerden toda la vida?
🚫 Lo que suele fallar (y por qué muchos desconectan)
Cuando una experiencia no se diseña pensando en los más jóvenes, ocurren cosas como estas:

Y si a eso le sumamos que compiten con TikTok, videojuegos y series, el reto es aún mayor.
✅ Lo que sí funciona: experiencias vividas, narradas y compartidas
Para transformar una visita escolar en algo memorable, no hace falta que todo sea digital o hipertecnológico. Lo esencial es que los niños y niñas jueguen un papel activo en lo que sucede, que haya una historia que seguir y decisiones que tomar.
Algunas claves que funcionan:
Narrativas interactivas: una misión, un misterio o una historia que descubrir
Juego en equipo: roles asignados, cooperación y dinámicas grupales
Espacios para tocar, probar, experimentar
Actividades gamificadas, analógicas o digitales (resolver enigmas, buscar pistas, completar retos)
Conexión con el aula: preparar antes la visita y reforzar después lo vivido
Diseño emocional: dejar espacio para que el niño se sorprenda, ría, cree y recuerde
Las pantallas pueden ser aliadas, claro. Pero la clave no es la tecnología en sí, sino cómo se pone al servicio de la experiencia. A veces un juego de cartas, una libreta con pistas o una caja misteriosa pueden ser igual de potentes que una app.
💡 Ideas inspiradoras (que podríamos aplicar mañana mismo)
El museo como tablero de juego gigante: cada sala, una fase de la misión
Un escape educativo en una exposición de historia local
Historias contadas por personajes reales o ficticios (presenciales o en audio)
Diarios de explorador: cuadernos para que cada niño recoja pistas, dibuje, escriba, reflexione
Cajas misteriosas por grupos con objetos que conectan con la exposición
Retos post-visita en clase: "¿Puedes inventar un personaje que vivió en este museo?"
🌱 Una oportunidad para el museo y para el colegio
Las visitas escolares no son solo una actividad complementaria: son una oportunidad para sembrar vocaciones, abrir mentes y crear recuerdos. Pero para eso, necesitan ser diseñadas con mimo, con pedagogía… y con imaginación.
No se trata de elegir entre pantallas o papel. Se trata de contar una historia en la que cada niño y niña( dentro del colectivo en que se encuentre) sea protagonista y de crear un entorno donde pueda explorar, equivocarse, emocionarse y aprender.
Además, en cada propuesta que desarrollamos tenemos muy presentes los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, promoviendo la igualdad de oportunidades, el acceso inclusivo a la cultura y la innovación educativa pensada para todos los públicos. Porque el diseño también educa, y puede hacerlo desde la equidad.
✉️ ¿Y ahora qué?
En nuestro equipo estamos trabajando en varios proyectos que combinan juego, narrativa y tecnología al servicio de los museos. Si tú también estás buscando nuevas maneras de conectar con el público escolar, me encantará compartir ideas contigo.
Puedes seguir este blog o escribirme directamente a museumsworkshop@gmail.com o mi linkedin . La cultura también se aprende jugando.
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